Cómo tener una discusión constructiva, las claves para argumentar y entenderse.
Cuando le decimos a una persona que algo de lo que hace nos molesta tendemos a usar un lenguaje poco preciso. Si pecamos de amables la discusión no llegará a buen puerto. Para que la retroalimentación sea correcta tenemos que ser muy específicos, diciéndole a la persona que es lo que realmente nos molesta, con la mayor cantidad de ejemplos posibles. Si no somos específicos la persona no tendrá suficiente información para saber con certeza qué es lo que queremos que cambie o mejore.
Si tu pareja ha hecho algo que te molesta lo mejor es que se lo digas cuanto antes. Cuanto menos postergues la discusión, más fructífera será esta. Hay una excepción a este punto. Si lo que ha ocurrido es grave, y tiene una gran carga emocional, es mejor dejar que pase un tiempo, pues es muy difícil aceptar críticas en medio de la conmoción.
Muchas veces nos lanzamos a discutir con nuestra pareja sin tener claro qué es lo que queremos decir. Parece un poco descabellado preparar una discusión con nuestra pareja, pero es mucho más útil de lo que parece. Si ordenamos nuestras ideas la conversación será más fluida y evitaremos malentendidos. Practicar hablando a solas en voz alta o delante del espejo puede ayudarnos a ordenar lo que queremos decir.
No tiene sentido que intentemos tener una conversación fructífera si estamos rodeados de otra gente, si estamos hablando por teléfono o si los padres de tu pareja van a llegar a casa dentro de diez minutos. El mejor momento para mantener una discusión es aquel en el que estemos más relajados, y podamos centrarnos en lo que se va a tratar sin interrupciones.
La retroalimentación funciona mejor si tratamos a nuestra pareja con afecto y cariño y nos esforzamos por comprender lo que está sintiendo. La empatía no tiene tanto que ver con lo que decimos, sino con cómo lo decimos: no levantes la voz, procura no usar expresiones inapropiadas, no faltes nunca al respeto y mantén siempre la calma.
- Separa la intención del resultado
Para que la crítica fluya positivamente en una pareja es necesario que sepamos diferenciar la intención del resultado. No es lo mismo regañar a tu compañero porque no ha puesto una lavadora porque se le ha olvidado (algo que también es necesario comunicar) que porque se ha negado a hacerlo.
Los pasos que debes seguir en una discusión
Durante la conversación, además de seguir los consejos anteriores, es recomendable ajustarse a un guión que asegure la buena marcha de la discusión, fomente la aparición de un correcto feedback y haga que no nos vayamos por las ramas.
1. Describe la situación
Plantea el tema que se va a tratar y describe la situación y el contexto concreto en que tu pareja realizó el comportamiento que consideras inadecuado y que va a ser objeto de la conversación.
2. Describe el comportamiento
Tras plantear lo específico, la anécdota, plantea la generalidad: pon sobre la mesa el comportamiento que realmente te molesta.
3. Explica por qué te molesta
Tras describir aquello que quieres solucionar explica por qué crees que tu pareja se ha comportado de forma incorrecta.
4. Escucha lo que piensa tu pareja
Tras plantear tus quejas, debes escuchar la opinión de tu pareja, sin juzgar si está o no en lo cierto, tratando de ser lo más empático posible.
5. Propón soluciones, y escucha las que te proponen
Tras esto es hora de proponer soluciones al problema. Puedes haber pensado en alternativas antes de discutir, pero debes estar dispuesto a escuchar las que propone tu pareja. Si llegáis a una conclusión (el objetivo último de toda discusión) trata de cumplir lo acordado, o volverás a empezar por el principio.